Medio Rural financió diferentes proyectos singulares en A Cañiza, A Estrada, Vila de Cruces, Rodeiro y Cerdedo-Cotobade

La Consellería de Medio Rural aportó casi un millón de euros en 2017 para financiar diferentes proyectos singulares en 15 ayuntamientos gallegos. Estas iniciativas están orientadas a la mejora de la calidad de vida de la población a través de la puesta en valor de infraestructuras, del patrimonio o de la industria agroalimentaria.

La conselleira Ángeles Vázquez, acompañada por el director xeral de la Axencia Galega de Desarrollo Rural (Agader), Miguel Pérez Dubois, supervisó hoy una de estas intervenciones en el municipio coruñés de Irixoa, acto en el que también estuvo presente su alcalde, Antonio Deibe.

Se trató de un programa piloto de eficiencia energética en el alumbrado público mediante luces led con la utilización de energía fotovoltaica. Agader financió estos trabajos con 94.000 euros, que se destinaron, por parte del Ayuntamiento, a la instalación de módulos de fotovoltaica, luminarias led, generadores, cables e instalación.

Este tipo de proyectos singulares beneficiaron también a los municipios de Ordes, Cabanas, Melide, Vilarmaior y Mesía en la provincia de A Coruña; Bóveda, Quiroga y Folgoso do Courel en la de Lugo; O Bolo en la de Ourense y A Cañiza, A Estrada, Vila de Cruces, Rodeiro y Cerdedo-Cotobade en la de Pontevedra.

Iniciativas financiadas

Entre estas iniciativas financiadas por Agader destacan, por su presupuesto, el acondicionamiento del antiguo matadero para secado de jamones en A Cañiza, que supuso una inversión de más de 122.000 euros, o la rehabilitación del puente da Carixa, en Vila de Cruces, con una aportación de 100.000 euros.

En el campo del patrimonio también se trabajó en la humanización de la iglesia de Torres, en Vilarmaior, la recuperación de un molino del siglo XIX en O Bolo o la restauración de los puentes de San Lourenzo y Almofrei, ambas en Cerdedo-Cotobade.

Otros proyectos que recibieron apoyo de Medio Rural se centraron por ejemplo en la adaptación de las antiguas oficinas veterinarias de las naves de la feria de Rubián, en Bóveda, para convertirlas en un local social, diversas mejoras en el recinto ferial de Melide o la humanización del entorno del Castelo de Mesía.