6 junio, 2018
ABANCA, Afundación y el ayuntamiento de Nigrán han inaugurado ayer la exposición ‘Oficios entre lusco e fusco’, del fotógrafo Xosé Abad, en el Auditorio Municipal de Nigrán. El acto de inauguración contó con la presencia del autor de las fotografías expuestas, Xosé Abad, quien ofreció una visita comentada; el alcalde del ayuntamiento de Nigrán, Juan Antonio González; el director de la oficina ABANCA en Nigrán, Amable Manuel Currás; y la coordinadora adjunta del Área de Cultura de Afundación, Paloma Vela.
Las fotografías que la forman muestran oficios tradicionales que están a punto de desaparecer y tienen como objetivo hacer reflexionar sobre la desaparición de muchas de estas profesiones debido a la mecanización del trabajo y la producción en masa en el ámbito de la sociedad de consumo, enseñando cómo la calidad de la producción, la experiencia como garantía o la consideración hacia los profesionales son valores que están en claro retroceso. De entrada libre y gratuita, se podrá visitar hasta el próximo 23 de junio.
Esta colaboración forma parte del proyecto ‘Corriente cultural’, que considera el arte como un instrumento imprescindible para fomentar el conocimiento y el desarrollo colectivo. Gracias a esta iniciativa, Afundación impulsa la capilaridad de la cultura en Galicia, ampliando la oferta artística más allá de sus sedes y trasladándola a las localidades gallegas para desarrollar también en ellas las actividades de la entidad.
«Oficios entre lusco e fusco» cuenta a través de la fotografía la historia de cada protagonista. Utiliza la luz, la mirada, la ropa, el trabajo y todos los elementos que reflejan el modo de vida en un momento de cambios y novedades tecnológicas diarias, de consumo rápido y fabricación urgente. El trabajo de Xosé Abad permite contemplar muchas profesiones que en algunos años solo permanecerán en los libros de historia como es el caso de tipógrafos, relojeros, carpinteros de ribera o fareros.
En definitiva, esta serie se erige como un último rayo de luz antes de que el saber, su influencia y modo de entender el mundo desaparezca. El autor utiliza un esquema de iluminación acorde con ese momento del día, que además da nombre a la propia exposición.
Con unos claroscuros que recuerdan a la obra de Caravaggio, Xosé Abad sugiere espacios y herramientas, define el lugar de trabajo, documenta la presencia de universos donde se funden lo privado y lo laboral. ‘Oficios entre lusco e fusco’ es testigo gráfico de los últimos tiempos de la coexistencia de dos modos de producción muy diferenciados. Es, pues, la documentación de la desaparición gradual del trabajo bien hecho, la personalización del trato y la originalidad de cada pieza.
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