26 julio, 2024
El Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago de Compostela ha dictado una sentencia condenando a Francisco Garzón, maquinista del tren Alvia que descarriló en la curva de Angrois el 24 de julio de 2013, y a Andrés Cortabitarte, director de Seguridad en la Circulación de Adif en ese momento.
Ambos han sido declarados culpables de 79 delitos de homicidio y 143 delitos de lesiones por imprudencia grave. El accidente, ocurrido hace 11 años, se atribuye a la falta de medidas para mitigar los riesgos de un sistema de seguridad que dejaba toda la responsabilidad al maquinista. La jueza Elena Fernández Currás considera “incomprensible” que no se realizara un análisis de riesgos después de modificar el sistema de protección del tren. En lugar del sistema más seguro (ERTMS), se utilizó el sistema ASFA en un tramo crítico de ocho kilómetros antes de entrar en Santiago, donde la velocidad debía reducirse de 200 a 80 kilómetros por hora, dejando el frenado exclusivamente en manos del maquinista
La magistrada considera que la responsabilidad del maquinista no fue la única en este caso. Otro factor que contribuyó a que el tren llegara a la curva a una velocidad mucho mayor de la indicada fue la falta de protección en la vía en caso de que el maquinista no cumpliera con la obligación de reducir la velocidad a 80 kilómetros por hora en ese punto. Al analizar la responsabilidad de Cortabitarte, la jueza señala que él certificó que la línea y el sistema de control cumplían con las condiciones de seguridad, lo que llevó al Ministerio de Fomento a autorizar la puesta en servicio. Sin embargo, la sentencia establece que este paso se dio a pesar de que el análisis preliminar de riesgos realizado por la UTE (unión temporal de empresas) que se encargó del proyecto manifestó que existía riesgo de descarrilamiento.
La UTE había propuesto mitigar el peligro mediante la implementación del sistema de protección automático ERTMS, que tenía la capacidad de frenar el tren. La advertencia era que, si se utilizaba solo el sistema ASFA, el riesgo no estaría cubierto. A pesar de esto, Adif no evaluó el riesgo de reemplazar el ERTMS por el ASFA. Cortabitarte, en su cargo, tenía la obligación legal y contractual de garantizar la explotación segura de la nueva línea. El riesgo se materializó hace 11 años debido a una actuación “gravemente negligente” del maquinista, y ninguna otra medida pudo detener el tren.
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