29 noviembre, 2024
El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, compareció hoy ante la comisión de investigación sobre la contratación en su Gobierno, donde defendió la legalidad y transparencia de todos los contratos realizados en los últimos años. Rueda aseguró que en Galicia «no hubo Koldos ni Aldamas», en alusión a polémicas vinculadas al Gobierno central, y subrayó que «no tenemos nada de qué avergonzarnos».
El mandatario gallego criticó duramente la actitud de la oposición, calificando la comisión como una herramienta para trasladar «políticas tóxicas» al Parlamento de Galicia y desviar la atención de los casos de corrupción a nivel estatal. «No estoy aquí para participar en una comisión de difamación ni para ser cómplice de estrategias de distracción», afirmó.
DEFENSA DE LA CONTRATACIÓN
En su intervención, Rueda reiteró que todas las contrataciones, incluidas las de emergencia durante la pandemia, se han realizado conforme a la legalidad y respetando la obligación de transparencia. También defendió proyectos polémicos, como la construcción del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo bajo un modelo concesional, afirmando que era «la única manera viable» para ejecutarlo.
El presidente gallego acusó a la oposición de buscar «revancha» tras perder las elecciones y de intentar «echar humo» para tapar los casos de corrupción del Gobierno central.
ATAQUES DE LA OPOSICIÓN
La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, cuestionó a Alfonso Rueda con diez preguntas directas relacionadas con lo que calificó como una práctica continuada de «contratos a dedo» por millones de euros a empresas con vínculos familiares y políticos con altos cargos del Partido Popular. Entre los ejemplos mencionados, señaló contratos por valor de 7 millones de euros con Eulen, una empresa dirigida en la zona noroeste por la hermana de Núñez Feijóo; contratos por 15,2 millones de euros con Universal Support, cuya dirección comercial está a cargo del hermano de la pareja del expresidente gallego; y lo que definió como un «pelotazo» de 2 millones de euros relacionado con la pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, por material sanitario vendido a la Xunta durante la pandemia.
Pontón aseguró que estas acciones «salpican de lleno» al expresidente Feijóo, pero también al actual presidente, considerando que el silencio de Rueda es «toda una declaración de culpabilidad». Añadió que este tipo de operaciones no solo representan un uso fraudulento de los recursos públicos, sino que también son una muestra de una manera de proceder que ha caracterizado al Gobierno gallego bajo el mando del PP.
Por su parte, el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, coincidió en las críticas y subrayó que estos casos no son hechos aislados, sino parte de un «modus operandi» diseñado para beneficiar a empresas cercanas al PP. En especial, cargó contra el modelo concesional utilizado para construir el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, que, según denunció, generó un sobrecoste de 470 millones de euros en comparación con un modelo de financiación pública, calificándolo como un grave perjuicio para los gallegos.
En esta línea, Armando Ojea, del grupo mixto (Democracia Ourensana), defendió la creación de la comisión «por motivos de transparencia y no partidistas», afirmando que su objetivo no es juzgar decisiones ideológicas, sino identificar posibles irregularidades.
RESPUESTA DEL PPDEG
El portavoz parlamentario del PPdeG, Alberto Pazos, rechazó las acusaciones y aseguró que las 21 comparecencias previas en la comisión han demostrado «de manera irrebatible» la ausencia de irregularidades. Pazos acusó a la oposición de buscar «crear una cortina de humo para tapar el tufo a corrupción del Gobierno central».
CLIMA TENSO Y ALUSIONES A FEIJÓO
La comparecencia de Rueda se desarrolló en un ambiente marcado por tensiones políticas, con constantes alusiones al expresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, cuya comparecencia en esta comisión ha sido rechazada por la mayoría del PPdeG. La oposición, por su parte, sigue exigiendo explicaciones tanto de Rueda como de su predecesor, en un contexto donde las acusaciones de corrupción y favoritismo siguen alimentando el debate político en Galicia.
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