
27 octubre, 2025
Miro Carballo Couñago
Pintor – Dibujante
En el año 1990 comenzó la andadura de la Universidad de Vigo, con sus tres campus, Vigo, Ourense y Pontevedra, independizándose de Escuela Universitaria de la tutela de la Universidad de Santiago. Desde el año 1978 la ubicación se había decidido en el Campo das Laogas (Zamanes), si bien los verdaderos orígenes de la formación superior en Vigo “Peritos” se concentraba en Peniche, calle Torrecedeira, Escuela de Ingenieros Industriales, Comercio y Peritaje Mercantil –posteriormente escuela de Ciencias Empresariales, vecinos de la Politécnica, etc. – Distrito eminentemente formativo por donde pasamos la mayor parte de los adolescentes de esta ciudad, con mayor o menor intensidad. Desde niño, después como estudiante, recuerdo la cantidad de jóvenes caminando en grupos de tres o cuatro, con gruesos libros bajo el brazo, desde el Paseo de Alfonso hasta Peniche, y de regreso al terminar sus horas lectivas. Muchos foráneos vivían en habitaciones alquiladas de familias, o pensiones. El mundo estudiantil era bastante significativo. Cada año los estudiantes celebraban la festividad de su patrono de forma muy peculiar. Realizaban una cabalgata de crítica y buen humor que era motivo de mucha alegría a lo largo del paseo que solía transcurrir desde los centros educativos hasta la Puerta del Sol. Además de disfrazarse de variadas temáticas preparaban carrozas en camionetas sin capota con diferentes asuntos contemporáneos e incluso pancartas satíricas rozando con la prohibición por la censura de los tiempos. Este desfile se conocía como “El destornillo”. Esta celebración ha quedado en el recuerdo. En aquel entonces los estudiantes eran parte viva de la ciudad.
Mi querido y admirado amigo D. Luis Espada Recarey, por cierto sin calle de reconocimiento en la ciudad, primer Rector de la Universidad de Vigo, tutelando los complicadísimos orígenes de los que fui testigo y partícipe, cuenta como anécdota cuando siendo nombrado Rector al coger un taxi en el aeropuerto le dijo al taxista que le llevara al Rectorado a lo que el profesional le contestó que en Vigo no había universidad, que estaba equivocado. Quedando constatada la sensibilidad que tenía la ciudad con la incorporación de tal institución. En aquel entonces había unas humildes prefabricadas instalaciones provisionales en Torrededeira, a modo de barracones.
Todo lo anterior es conocido por todos y me he desviado de lo que quería opinar desde el principio. Me quiero referir a los orígenes del Campus en As Lagoas, por motivos económicos y políticos entendieron la ubicación como adecuada. No hubo la mínima crítica a esa decisión por parte de la sociedad ya que la santa caja de ahorros mostró una decisión indiscutible de localización. Desde que visité por primera vez las incipientes construcciones deduje que era un lugar demasiado alejado de la ciudad, por lo tanto incómodo.
No solamente continúo opinándolo si no que el Campus de Vigo, con un presupuesto de doscientos millones, obliga a desplazar todos los días a casi veinte mil estudiantes mil quinientos profesores y casi mil administrativos, aparte de empleados y servicios. Consecuentemente autobuses, coches, motos y cualquier medio de transporte es obligatorio para acercarse al Campus durante veinte minutos desde la Ciudad. Craso error. La mayor parte de las ciudades que cuentan con universidad sus campus están integrados en la propia ciudad.
En aquel entonces se desperdició otra buena opción de la ciudad contando con suficiente espacio para desarrollar el Campus desde Tomás A. Alonso hasta Orillamar, espacio había suficiente, ahora no. Además las inversiones en As Lagoas son multimillonarias y no tiene sentido abandonarlas, ahora bien, reconozcamos que es uno de los Campus menos prácticos de España en cuanto a su ubicación. A pesar de esto la evolución de la Universidad de Vigo es prospera, pero el Campus en Vigo está mal ubicado. Es decir desintegrado de la vida ciudadana, en consecuencia solamente participado por la docencia y alumnado e ignorando la participación ciudadana tan necesaria en estas instituciones. Tal vez tengamos que acercar la ciudad al campus con mejores servicios de transporte público, accesos, actividades y en suma atracciones en ambos sentidos. Es decir; Gestión pública.
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