
9 mayo, 2025
Mi buen amigo Petote, de la Illa de Arousa, sabe a qué me refiero. Verdad o leyenda, se le atribuye a él y a su manejo del brazo mecánico tras la amputación del otro, en noche oscura azabache de la Ría de Arousa, compartiendo farra, falló el mecanismo quedando atrancado en la manilla de un futbolín… Deixádeme pensar, gritó Petote, implorando calma para reactivar el mecanismo. La historia me la contó Manolito Vázquez de la Cruz, comunista confeso y amigo mío. Un gran ingenioso y divertido Tudense. Alias Ferruxo.
Pues del deixádeme pensar de Petote, al deixade de pensar, de lo que ocurre en la política compostelana. Ingenio no les falta a todos los grupos políticos, a unos más que a otros, para arreglárselas todos los días para ser noticia. En relación a los del PSOE, casi llego a entender a mi admirado y aplaudido Sánchez Bugallo, a la hora de dejar el barco. Me imagino por «incredulidad y hartazgo» de lo que ocurre en esa casa, o tal vez por solidaridad con los cuatro del apocalipsis. Es una pena. Digo pena, puesto que aunque no es mi casa política, me dan pena, mucha pena, por una injusticia que por capricho de uno, se lo carga todo. Para los míos, mejor ocasión no la vamos a tener. Un Borja Verea al alza, activo, receptivo y -como no- comunicativo. Puede que eche de menos la acción de un segundo o una segunda, por eso de la paridad, más presente y con futuro.
La mano de Petote me recuerda, con el «atranque» en la manilla del futbolín, a ese símil de los PSOE a nivel local, autonómico y nacional. Pero aquí no pasa nada… Es, verdaderamente, para temblar, y no precisamente de frío.
En cuanto a la reforma de General Pardiñas, mejor época de inicio, imposible. Claro, para saber de Santiago, sería bueno que los munícipes vivieran o por lo menos conocieran o conociesen los flujos del tránsito de personas y vehículos. Tal vez en el mes de agosto toparían un lleno total… o tal vez no. (Modo retranca).
Del verde murallón de la Plaza de Abastos, que cualquier día pongo a pacer mis queridos caballos, la verdad es que podrían sulfatar «as malas herbas», o aprovechar que llega el San Juan y recolectarlas para, de paso, ponerlas a remojo y embellecer las caras con agua fresca.
De las meadas y vomitonas en la plaza Irmán Gómez, de la que soy vecino, le puedo decir dos cosas, una: o la comida de la Cocina Económica está mal elaborada y produce esos efectos, o los usuarios tienen que revisar la próstata… lo demás es pura cerdada.
Campamento en Rúa Valle Inclán, dársena de autobuses de La Salle. No será por lo mucho que allí tienen montado para hacerse ver… y hablar. No será por los intentos de la Cruz Roja (que hacen su trabajo) para darle cobertura a los más necesitados… pero de ahí a montar la tienda de campaña… tal vez asuntos sociales podría intentarlo. Oigan que son personas… como usted o como yo… personas.
Pintando que algo queda. Podría ser un eslogan para animar a cubrir los pocos espacios que sin grafiti quedan en la zona monumental. Tal vez, multarlos, sancionarlos, crear un espacio de arte urbano acorde con sus necesidades… Por cierto, ¿qué fue de los serenos de mercancías en el Franco?
Alameda. Paso todos los días por delante de la placa pintada en color rosa de la Avda. Juan Carlos I. Un rosa que, creo, falta al respeto del mobiliario urbano de Compostela, así como el total abandono de la barandilla de hierro del estanque de los patos de la Alameda, hoy en día florida por las glicinias blancas. Si pasean por la alameda… allá ustedes. Yo les acabo de advertir. Una pena, una gran pena.
Bueno, salud para todos y les voy a contar un secreto. Algo que presiento. El nuevo Papa, León XIV, vendrá a Santiago de Compostela en el próximo Año Santo, y hasta me voy a tirar desde el trampolín, en el mes de julio, lo presiento. Mientras tanto, ¡vivamos como galegos! Y sigamos esperando…
¡Viva Compostela! ¡Viva Santiago!
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