5 diciembre, 2024
El proyecto minero de cobre en los municipios de Touro y O Pino sigue siendo objeto de controversia en Galicia, en gran parte por la repetida oposición y críticas vertidas por parte del Bloque Nacionalista Galego (BNG).
Mientras que el BNG lo denuncia como un ejemplo de «expolio ambiental y económico», la empresa promotora ha salido al paso para refutar lo que consideran críticas infundadas y demagógicas. Según la compañía, el nuevo proyecto no solo es ambientalmente seguro, sino que aportará importantes beneficios económicos y sociales a la región, además de corregir problemas históricos derivados de la explotación minera anterior.
UNA RESPUESTA CONTUNDENTE
Fuentes de la empresa consultadas por Diario de Santiago y Diario de Vigo han querido salir al paso de las acusaciones realizadas desde la bancada nacionalista, a quien han acusado de “demagogia pura”, “falta total de rigor”, hacer uso “de argumentos pobres con fines políticos” e, incluso, de ni siquiera haber leído un informe de unas 25.000 páginas elaborado por un numeroso grupo de consultores de acreditado prestigio.
En primer lugar, estos destacan el hecho de que el proyecto actual es completamente distinto al que fuera rechazado en 2020. Aunque el yacimiento es el mismo, los cambios introducidos han sido diseñados específicamente para solventar los dos principales problemas que motivaron la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) negativa hace cuatro años: la posible afección a las aguas superficiales y el posible peligro para el río Ulla (en caso de rotura catastrófica del depósito de estériles con el agua sobrenadante, esto es, agua encima del depósito de arena).
Por un lado, la empresa ha demostrado, mediante una planta de tratamiento de aguas construida y operada desde hace años, que es posible garantizar la calidad de las aguas en la zona. Esta planta ha logrado revertir décadas de contaminación en los ríos, producto del abandono de la explotación minera anterior, que cesó en 1987.
Por otra parte, en cuanto al riesgo de rotura de depósitos estériles, defienden que el proyecto incluye un innovador sistema de gestión de estériles que recupera el agua antes de almacenarla. Este proceso evita la acumulación de agua sobre los depósitos, reduciendo a cero el riesgo de roturas catastróficas. Además, los materiales serán almacenados en excavaciones impermeabilizadas, asegurando la estabilidad y seguridad a largo plazo. “Si no hay agua encima de las arenas los riesgos de cualquier daño desaparecen”, insisten.
De igual forma, también señalan que más allá de limitarse a minimizar los impactos, el nuevo proyecto también incluye medidas para restaurar y mejorar áreas que han sufrido una degradación histórica.
En cuanto al comentario sobre que el nuevo proyecto abarca más hectáreas, es cierto, aunque destacan que “si se hubieran leído el proyecto verían que es por las razones contrarias” a lo que se insinúa.
El nuevo plan incorpora el compromiso de la promotora de restaurar y gestionar la balsa de la antigua explotación minera, que cesó su actividad en 1987. Es decir, el proyecto no solo aborda, sino que también busca resolver el problema histórico de afectación a las aguas, una cuestión que el propio BNG ha señalado en el pasado como prioritaria. Además, el incremento en la superficie incluye las servidumbres necesarias para la línea eléctrica desde Porto de Mouros, que seguirá un trazado ya planificado previamente.
Respecto al supuesto “expolio ambiental” y la afirmación de que la minería acabaría con la agricultura y la ganadería, defienden también que “esta acusación no se sostiene”, ya que los terrenos afectados corresponden, en su mayoría, a áreas con usos mineros previos, principalmente cubiertas por plantaciones de eucalipto, con tan solo unas 40 hectáreas dedicadas a praderas u otros usos agrícolas.
La empresa ya ha alcanzado acuerdos con la mayoría de los propietarios para la venta, alquiler o intercambio de terrenos y además, se aplicará un modelo de minería de transferencia “eliminando las restauraciones con eucaliptos y sustituyéndolas en el futuro con plantaciones bosque autóctono y praderías. Es decir, al cabo de 15 años la situación será mejor que la que hay en la actualidad”, afirman incluso desde la promotora.
Tampoco tienen fundamento según esta las denuncias a la supuesta afectación a las captaciones de agua, ya que, según explican, el proyecto asegura el suministro mediante nuevas captaciones independientes de la zona minera. Asimismo, no habrá vertidos de agua de proceso, ya que se reutilizará el agua de lluvia que caiga en la superficie afectada, complementada, si fuese necesario, con la captación actual de la zona industrial de Touro. Esto significa que no habrá vertidos al medio, ni contaminados ni limpios, ni se requerirán captaciones adicionales.
OPORTUNIDAD ESTRATÉGICA PARA GALICIA
“De nuevo, tampoco se lo han leído…”, critican a los nacionalistas, a los que también afean el comentario, “evidentemente escrito con tintes catastrofistas”, de que se precisan mover grandes cantidades de roca para extraer 420.000 toneladas de cobre.
Según señalan, esto tampoco resiste un análisis económico, ya que dicha cantidad de cobre equivale a unas ventas de más de 3.000 millones de euros al precio actual. Si se compara este valor con la producción de eucaliptos en las mismas 600 hectáreas durante 15 años, el beneficio generado por la minería es incomparablemente mayor.
“Si eso es lo que les preocupa, al cabo de 15 o 20 años tendrán de nuevo el terreno forestal para seguir produciendo, pero mientras tanto se habrá creado empleo estable, se habrán comprado bienes de equipo y consumos en Galicia, se habrá invertido, se habrán pagado impuestos y se habrá creado una riqueza para la comunidad”, algo que no resulta diferente de otras actividades que aprovechan los recursos naturales de forma sostenible, como la energía eólica o el cultivo de mejillones en las rías.
“Si creen, como suele ser el argumento, que esto se hace para expoliar una riqueza, pero que se va a hacer a cualquier precio, entonces lo que están diciendo es que desconfían de los operarios, los técnicos, la administración, el Seprona, la sociedad gallega… para hacer las cosas bien. Porque las industrias las manejan personas, no grandes corporaciones, personas que son responsables”, destacan desde la promotora, quien cuestiona si es que desde el BNG creen que Galicia no es capaz de hacer lo que sí hacen “en Suecia, Finlandia, Irlanda, Polonia …. Y en otros sitios como Canadá, Estados Unidos, Australia, Chile, Perú, etcétera. Todos países tercermundistas y subdesarrollados…”.
Por último, fuentes de la promotora insisten en sus críticas hacia la ausencia total de rigor y al uso de argumentos pobres con fines políticos.
“No se les ocurre protestar por la minería de pizarra de Ourense porque en aquella zona gobierna el Bloque. Allí no hay expolio, aunque los dueños sean un fondo de inversión extranjero”, critican.
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