Compartir

Abel Caballero dio cuenta esta mañana de la planificación forestal de la ciudad de Vigo para los próximos 20 años, con la presentación del anteproyecto del Anillo Verde de Vigo (AVV) que separa la zona rural boscosa de la zona urbana.

Con 49,6 km de longitud y 100 m de ancho, tendrá en el centro un camino de acceso de 5 metros que permitirá el fácil acceso a la extinción en caso de eventuales incendios. A ambos lados de ese camino, habrá dos bandas, de 22,5 km cada una y, en los extremos, dos bandas auxiliares, de 25 m cada una.

Se establece, por lo tanto, una primera faja de aislamiento con mucha separación de la vegetación, una segunda, con menos y, por último, un camino que tiene que estar despejado para facilitar la circulación de vehículos de inspección y, eventualmente, de extinción.

Con especies frondosas y autóctonas resistentes que estarán separadas convenientemente para evitar la contaminación del fuego. En estos momentos, el bosque de Vigo está lleno de especies pirofitas: pinos y eucaliptos, principalmente, que se sustituirán por castaños, abetos, lamigueiros, nogales, acebos, cerezos o teixos.

El total del anillo, explicó, asciende a casi 5 millones de m2 de extensión, de los que 297,737 m2 los ocupa el camino, la primera banda, 2.170.290 m2 y la segunda, 2.427.812 m2. Tal y como determina el anteproyecto, el tramo principal, de Saiáns a Teis, tiene 38,5 km, el ramal de San Andrés de Comesaña, 2,1 km, el de Zamáns, 3,5 km y, por último, el del CUVI, de 5,5 km.

Respeto de la titularidad de los terrenos, precisó que de los casi 5 millones de m2, el 16,4% es público, el 35,3% es superficie comunal y, el 48,3%, es privado. En los comunales, será el Ayuntamiento el que plante las especies y el que vele hasta que el proceso de recambio forestal sea irreversible, aunque la gestión seguirá recayendo en los comuneros.

Los privados podrán elegir entre gestionar ellos los montes, siguiendo la ordenanza municipal o ceder esta gestión a los propietarios de los comunales. A partir de este momento, anunció Caballero, el Ayuntamiento contactará de nuevo con las comunidades de montes y con los privados para trasladarles este anteproyecto.

Caballero prosiguió con la hoja ruta a seguir que pasará, en primer lugar, por la elaboración del proyecto técnico, que saldrá a concurso público con un coste aproximado de 300.000 euros. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento desarrollará una ordenanza municipal que regulará la ordenación forestal y los espacios interurbanos en el contorno de las viviendas.

De este modo, se establece un sistema de prevención, detección y control de los incendios forestales que permitirá reducir y limitar la propagación del fuego, una vez iniciado, puesto que sirve de ruta de acceso al monte.

Segundo detalló, el anillo verde de Vigo se conformará en la gran infraestructura verde que conectará los montes que circundan la ciudad formando una nueva dimensión ecológica, enlazando la ciudad con el cinto de espacios naturales que rodean la comarca. Se va a dotar un espacio natural con rutas de senderismo o bicicleta, además de conectar la red de parques forestales municipales con la previsión de crear diez nuevas áreas de esparcimiento.