8 noviembre, 2024
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, enfrenta críticas por mantener un almuerzo de trabajo fuera de agenda durante la gota fría del 29 de octubre, día en que Valencia sufría graves inundaciones y se activaba la alerta roja. Mazón, que se reunió en el restaurante El Ventorro con la periodista Maribel Vilaplana para ofrecerle la dirección de la televisión autonómica À Punt, defendió el encuentro como un acto de trabajo, en lugar de una celebración personal, como se había especulado.
La reunión con Vilaplana duró más de tres horas y concluyó sin éxito, ya que la periodista rechazó la propuesta. Mazón había mantenido su agenda oficial durante la jornada, pese a la emergencia climática. Presidió varios actos en el Palau de la Generalitat y asistió a la presentación de la Estrategia de Salud Digital antes de acudir a la comida con Vilaplana.
Para cuando Mazón se unió a la reunión del Centro de Coordinación Operativo Integrado (CECOPI) a las siete de la tarde, buena parte de la provincia de Valencia ya sufría daños severos por las lluvias. Diversas fuentes de la Generalitat sostienen que la consellera de Justicia, Salomé Pradas, estaba al mando del operativo y que el presidente fue informado de los desarrollos durante el día, atendiendo llamadas de emergencia. Sin embargo, la falta de transparencia sobre el tiempo que Mazón pasó fuera de la coordinación de la crisis ha desatado fuertes críticas.
La situación de emergencia se agravó esa misma tarde, cuando la Confederación Hidrográfica del Júcar advirtió de un incremento crítico en el caudal del barranco del Poyo. Minutos después de la llegada de Mazón al CECOPI, se emitió una alerta de emergencia en los teléfonos móviles de la provincia a las 20:11, en un esfuerzo tardío para advertir a los residentes de los peligros de la riada. La DANA dejó un saldo trágico con cientos de fallecidos, generando interrogantes sobre la respuesta del gobierno autonómico y la gestión del presidente Mazón durante la crisis.
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