El Faro Silleiro se reinventa: La historia y los detalles de un legendario vigía del Atlántico convertido en exclusivo hotel boutique que inaugura este lunes el presidente

La costa gallega suma un nuevo atractivo turístico de alto nivel con la inminente inauguración del Hotel Boutique Faro Silleiro, prevista para este lunes 14 de abril. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, será el encargado de presidir el acto inaugural de este singular establecimiento hotelero ubicado en el emblemático faro de Cabo Silleiro, en Baiona, en una apertura coincide estratégicamente con el inicio de la Semana Santa, anticipando una alta demanda para esta experiencia de alojamiento única.

El Faro Silleiro, un vigía centenario del Atlántico desde su primera construcción en 1862, ha sido testigo de innumerables singladuras y ha guiado a navegantes a lo largo de más de 160 años. Inicialmente concebido como una luz de aceite con lentes Fresnel, la infraestructura fue renovada en 1924, elevándose para mejorar su alcance, que hoy en día supera los 40 kilómetros de visibilidad. El cabo también jugó un papel defensivo durante la Segunda Guerra Mundial al albergar baterías de artillería. Historias trágicas como el naufragio del yate Thalassa en 1949, con una única superviviente, Arnhild Utheim, también forman parte de la rica memoria de este lugar.

Tras un proceso de reconversión impulsado por la empresa Lighthouse Baiona, a la que la Autoridad Portuaria de Vigo adjudicó la concesión en diciembre de 2021, el antiguo faro se transforma ahora en un exclusivo hotel boutique. Las obras, que comenzaron en febrero de 2024 bajo la dirección del arquitecto Pedro de la Puente y la ejecución de Di Milano, han respetado la arquitectura original del edificio, integrando a la perfección elementos modernos con el entorno natural.

El nuevo hotel se asienta sobre una parcela de 2.581 metros cuadrados y ofrece 17 habitaciones exteriores, ocho de ellas con impresionantes vistas al mar y nueve con vistas a la montaña. El interiorismo, obra de Carpintería Vilas y Raúl Lamarca Interiorismo, se inspira en un espíritu aventurero y artesanal, utilizando materiales nobles como lanas y bucles en una paleta de colores que rinde homenaje al Atlántico y al paisaje circundante.

Entre las comodidades que ofrece se encuentran una terraza con vistas panorámicas, una piscina con una lámina de agua que se funde con el horizonte marino, una sala de desayunos y servicios como gimnasio y vestuarios. La oferta gastronómica se complementa con la cercana Taberna Atlántica, ubicada en el antiguo faro rehabilitado por la misma empresa hace unos meses.

Con un equipo que estará compuesto por 14 personas dedicadas a ofrecer una atención personalizada, el hotel busca posicionarse como un referente del turismo exclusivo y sostenible en Galicia. Su ubicación estratégica, a pocos minutos de Baiona, A Guarda y el aeropuerto de Vigo, y su proximidad al Camino Portugués de la Costa, lo convierten en un punto de partida ideal para explorar los muchos atractivos de la comunidad gallega, mientras que esta inauguración marca el renacimiento de un símbolo de la costa, que ahora iluminará no solo el mar, sino también la experiencia de sus huéspedes.