
26 octubre, 2025
El Monbus Obradoiro protagonizó este domingo una de las grandes victorias de la jornada al imponerse por la mínima al Movistar Estudiantes (78–79) en el WiZink Center, en un encuentro vibrante que se decidió en los últimos segundos. Los compostelanos, liderados por un inspirado Barcello (15 puntos) y un incansable Quintela (15), frenaron al hasta ahora invicto conjunto madrileño y sumaron un triunfo de enorme valor moral y clasificatorio.
El equipo gallego arrancó con energía y concentración, imponiendo su ritmo desde el inicio y exigiendo al máximo la defensa estudiantil. Los locales solo encontraban alivio desde el perímetro, con tres triples que mantuvieron el marcador equilibrado hasta que un parcial visitante colocó el 9–17 y forzó el primer tiempo muerto de Toni Ten.
El Obradoiro, con un Kravic cada vez más entonado tras su reciente debut, cerró el primer cuarto con ventaja (18–24), gracias a su solidez atrás y acierto exterior.
En el segundo periodo, Quintela tomó el protagonismo con un triple y una elegante bandeja que devolvieron al Obra una renta de +8 (23–31). Sin embargo, el acierto desde el triple del Estudiantes —con Garino y Salin como estiletes— redujo la diferencia antes del descanso, al que se llegó con mínima ventaja gallega: 39–40.
Tras el paso por vestuarios, el Estudiantes golpeó primero y se puso por delante por primera vez desde el 3–2 inicial. Aun así, el Obra respondió con temple y acierto desde el perímetro, con Barrueta y Barcello sosteniendo el pulso ofensivo.
El tercer cuarto fue un intercambio continuo en el que destacó un espectacular mate de Dos Anjos y la inteligencia de Barcello para dirigir el ataque. No obstante, los gallegos se cargaron pronto de faltas, permitiendo al Estu mantenerse vivo desde el tiro libre y cerrar el periodo con ligera ventaja (60–57), justo después de la expulsión de Galán.
El último cuarto fue un carrusel de emociones. Quintela igualó el marcador (60–60) tras robar y forzar falta, pero el conjunto madrileño respondió con un parcial de 9–3 liderado por Salin y Granger (69–63). El Obradoiro resistió gracias a la sangre fría de Lundqvist y a la irrupción final de Barcello, que asumió galones cuando el Estu se escapaba (75–67).
El tramo final fue de infarto: Barcello y Andersson acercaron al Obra (75–72), y un nuevo zarpazo del estadounidense desde ocho metros dio ventaja a los gallegos (76–74). Nwogbo devolvió el liderazgo a los locales (78–76) desde el tiro libre, pero Dos Anjos, con un palmeo providencial, igualó el marcador (78–78) a falta de tres segundos.
En la acción siguiente, Barcello robó el balón tras un error en el pase de Nwogbo y forzó la falta que decidiría el duelo. Desde la línea, el base anotó el primero y lanzó a fallar el segundo, impidiendo que el Estu tuviera una última oportunidad clara. El triple desesperado de Granger no encontró el aro, y el Obradoiro celebró una victoria de oro (78–79).
El triunfo permite al equipo de Epi equilibrar su balance (3–2) y confirmar su progresión tras un inicio de temporada irregular. El Estudiantes, por su parte, encaja su primera derrota del curso (4–1) pese a los esfuerzos de Nwogbo (14 puntos) y Salin (15).
El Obradoiro mostró carácter, defensa y temple en los momentos decisivos, elementos que refuerzan su candidatura a estar entre los equipos punteros de la LEB Oro.
Movistar Estudiantes (18–21–21–18):
Granger (5), Silverio (10), Garino (12), McGrew (9), Brimah (4) —quinteto inicial—; Filipovic (3), Salin (15), Vaulet (6), Nwogbo (14), Giovannetti, López y González.
Monbus Obradoiro (24–16–17–22):
Westermann (6), Barcello (15), Barrueta (14), Galán, Dos Anjos (10) —quinteto inicial—; Quintela (15), Lundqvist (11), Andersson (3), Kravic (4), Brito (1), Grela y Etxeguren.
Marcador final: Movistar Estudiantes 78 – 79 Monbus Obradoiro
Parciales: 18–24, 39–40, 60–57 y 78–79.
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