14 marzo, 2025
Por primera vez en más de 170 años, el crecimiento de la población en Estados Unidos depende exclusivamente de la migración, en un contexto de descenso sostenido en las tasas de natalidad. Según el Instituto de Políticas Migratorias (MPI), el flujo migratorio representó la totalidad del incremento demográfico entre 2022 y 2023, una tendencia sin precedentes desde que se inició el registro censal en 1850.
La Oficina del Censo de los Estados Unidos informó que, en 2024, la población total del país ascendió a 340 millones de personas. Sin embargo, el número de nacimientos continúa disminuyendo, registrando en 2023 un total de 3.591.328 nacimientos, un 2% menos que el año anterior, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El fenómeno responde a una combinación de factores, entre ellos, el envejecimiento de la población, cambios en las preferencias familiares y el aumento del costo de vida, que ha llevado a muchas parejas a posponer o reducir el número de hijos. Como resultado, la tasa de crecimiento natural (nacimientos menos muertes) se ha estancado, dejando a la migración como la única fuente de aumento poblacional.
En el periodo analizado, la población inmigrante en Estados Unidos creció en 1,6 millones de personas, alcanzando los 47,8 millones de residentes extranjeros en 2023. Esta cifra representa el 14,3% de la población total, acercándose al máximo histórico del 14,8% registrado en 1890.
Lejos de ser solo una estadística, este cambio demográfico tiene profundas implicaciones económicas y sociales. Los inmigrantes desempeñan un papel clave en sectores esenciales como la construcción, la salud, la tecnología y la agricultura. Además, son un factor crucial para sostener el sistema de seguridad social, ya que contribuyen al mercado laboral en un momento en que la población local envejece y la tasa de reposición generacional es insuficiente.
Más del 70% de los migrantes en EE.UU. se encuentran en el país de forma legal, ya sea como ciudadanos naturalizados, residentes permanentes con la «tarjeta verde» o con visas temporales. México sigue siendo el país de origen con mayor representación, con 10,9 millones de personas en 2023, aunque su porcentaje dentro de la población inmigrante ha disminuido en comparación con 2010. Le siguen India y China, con el 6% y el 5%, respectivamente, así como Filipinas, El Salvador, Cuba, Vietnam, República Dominicana, Guatemala y Colombia, cada uno con aproximadamente el 3%.
El crecimiento de la población a través de la migración ha reavivado el debate sobre la política migratoria en EE.UU. Mientras algunos sectores abogan por facilitar la regularización y fomentar la llegada de mano de obra calificada, otros impulsan restricciones más severas para reducir el flujo de migrantes.
A nivel global, EE.UU. sigue siendo el país con mayor número de inmigrantes, superando a Alemania, Arabia Saudita, Reino Unido y Francia juntos, según datos de la ONU. La tendencia indica que la migración continuará siendo un pilar fundamental para el desarrollo del país, especialmente en un escenario de baja natalidad y envejecimiento de la población.
En este contexto, la política migratoria jugará un papel clave en la configuración del futuro demográfico y económico de Estados Unidos, determinando no solo quiénes forman parte de su sociedad, sino también cómo se sostiene su crecimiento en las próximas décadas.
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