El PP critica la falta de compromiso del Gobierno con la financiación del proyecto de Altri en Galicia

El Partido Popular ha vuelto a cargar contra el Gobierno central por su falta de apoyo al proyecto de la planta de Altri en Palas de Rei (Lugo). El portavoz adjunto del Grupo Popular en el Senado, José Manuel Barreiro, lamentó que el Ejecutivo de Pedro Sánchez “no se haya comprometido con la financiación” de la iniciativa, cuestionando la postura del ministro de Industria, Jordi Hereu, durante el Pleno del Senado.

Silencio del Gobierno y falta de garantías

Barreiro exigió respuestas claras al ministro, preguntando directamente si el Gobierno tenía intención de tramitar la autorización ante Bruselas para conceder una financiación singular a Altri. Sin embargo, según denunció el senador, Hereu se limitó a decir que la posición del Ejecutivo “coincide plenamente con la del PSOE en Galicia”, lo que, en palabras de Barreiro, supone un rechazo implícito al apoyo financiero.

El senador popular recordó que el pasado 16 de diciembre, el líder del PSdeG ya manifestó que el proyecto de Altri no contaría con financiación estatal. Además, subrayó que en agosto de 2024, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, expresó su “compromiso” de luchar contra la instalación y desarrollo de la planta.

¿Doble vara de medir?

Desde el PP denuncian un trato discriminatorio hacia este proyecto en comparación con otras iniciativas industriales apoyadas por el Gobierno. “¿Por qué se le exigen más requisitos a este proyecto que a otros? ¿Es porque está en Galicia y el Partido Socialista está donde está?”, cuestionó Barreiro, insinuando una discriminación política contra la comunidad autónoma.

El dirigente popular insistió en que la seguridad jurídica es un pilar fundamental del Estado de derecho y que, en este caso, deberían ser los criterios técnicos los que determinen la viabilidad del proyecto, en lugar de las decisiones políticas.

Un proyecto en el aire

El proyecto de Altri, una planta de fibras textiles sostenibles en Lugo, se ha convertido en un foco de debate político y social en Galicia. Mientras la Xunta y el PP defienden su potencial para la creación de empleo y el desarrollo económico, sectores del Gobierno central y partidos como Sumar han mostrado su rechazo, argumentando preocupaciones medioambientales y sociales.

Con la negativa del Gobierno a comprometerse con su financiación, el futuro de la planta sigue en el aire, y el enfrentamiento político entre el PP y el Ejecutivo de Sánchez se intensifica.