7 marzo, 2025
En el marco de las actividades conmemorativas por el Día Internacional de la Mujer, el sindicato ACAIP-UGT ha organizado este jueves un curso de defensa personal destinado a funcionarias de prisiones. Bajo el lema «Ni más ni menos: Iguales», la iniciativa surge como respuesta al preocupante aumento de agresiones sexuales que sufren las trabajadoras penitenciarias por parte de los internos, en un entorno donde la población reclusa masculina representa el 92% del total.
Desde el sindicato han subrayado la urgencia de visibilizar las necesidades de este colectivo, cada vez más numeroso dentro de los centros penitenciarios, y de dotarlo de herramientas para su autoprotección ante una realidad alarmante.
Un mes especialmente conflictivo en materia de agresiones fue noviembre de 2024, cuando en un lapso de solo diez días se denunciaron cuatro ataques de índole sexual contra funcionarias. Uno de los casos más graves tuvo lugar en la prisión de A Lama, donde una trabajadora fue víctima de una agresión por parte de un recluso.
«Las funcionarias penitenciarias enfrentan una doble amenaza: agresiones físicas y violencia sexual, tanto verbal como física. Esta realidad exige una respuesta firme e inmediata por parte de la Administración penitenciaria, que hasta el momento ha optado por minimizar el problema en lugar de abordarlo con la seriedad que merece», denuncian desde ACAIP-UGT.
El sindicato solicitó a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias un informe detallado sobre los casos de acoso, amenazas y agresiones sexuales sufridos por trabajadoras en el desempeño de sus funciones. Sin embargo, la respuesta del director general de Ejecución Penal y Reinserción Social, Miguel Ángel Vicente Cuenca, resultó desalentadora. Según indican, la Administración alegó que «no era posible realizar una explotación estadística de los datos solicitados», lo que para el sindicato evidencia una falta de voluntad para enfrentar la problemática.
ACAIP-UGT recuerda que la Resolución del 26 de mayo de 2021, que estableció el Departamento de Igualdad en Instituciones Penitenciarias, obliga a recopilar información desagregada por sexo con el objetivo de promover la igualdad y prevenir el acoso sexual y por razón de sexo.
Entre las demandas del sindicato, también se encuentra la incorporación de la perspectiva de género en la formación en defensa personal, así como la adaptación de los trajes de protección frente a agresiones a la anatomía femenina, dado que el equipamiento actual no contempla diferencias en fisionomía y tallas, lo que puede comprometer la seguridad de las funcionarias.
El crecimiento de la presencia femenina en el ámbito penitenciario es evidente: en la promoción de 2024, que en breve iniciará su fase de prácticas, el 65% de los nuevos ingresos son mujeres. Actualmente, las funcionarias representan más del 30% del personal en el área de vigilancia. Con esta nueva realidad, ACAIP-UGT insiste en la necesidad de que la formación impartida por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias incluya técnicas específicas de inmovilización y estrategias de respuesta ante agresiones, especialmente aquellas de carácter sexual, considerando que los agresores pueden presentar mayor complexión física.
El sindicato insiste en que no se trata solo de capacitar a las trabajadoras en defensa personal, sino de implementar medidas estructurales que refuercen su seguridad y garanticen su integridad dentro de un entorno penitenciario que sigue presentando importantes desafíos en materia de igualdad y protección frente a la violencia de género.
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