2 agosto, 2018
La portavoz popular Elena Muñoz, acompaña por varios compañer@s de partido y de Corporación, ha hecho balance hoy en Vigo de los tres años de gobierno bipartito en la Diputación de Pontevedra, un período en el que, como ha destacado, la administración provincial «se ha convertido en una mera sucursal al servicio del alcalde, sin ningún proyecto propio para Vigo».
En este sentido, Elena Muñoz ha lamentado que la Diputación haya perdido completamente su entidad como administración pública, sin un proyecto para Vigo, dedicándose «única y exclusivamente a sumar parches donde el alcalde ordena. Antes, todos sabíamos que la Diputación era una administración que apoyaba a los colectivos vigueses; que estaba detrás de los colectivos vecinales, culturales y sociales con políticas importantísimas de apoyos y ayudas. Ahora, esos mismos colectivos se encuentran la puerta cerrada», ha relatado la portavoz popular.
Del mismo modo, prosigue, «antes también sabíamos que se apoyaba al deporte base, colaborando con más de 100 entidades deportivas que ahora están huérfanas y abandonadas».
En este marco, Elena Muñoz, ha recordado que el anterior ejecutivo provincial trabajó «sin descanso» por Vigo con más de 90 millones invertidos de 2007 a 2015 en los ámbitos deportivo, cultural y social. Una inversión a la que ha contrapuesto «tres años perdidos, de promesas y titulares vacíos» por parte del actual gobierno bipartito
«Hoy tenemos el perfecto ejemplo de un convenio que ya existía, como es el del Marisquiño, y que venden como propio. Igual que presumen de haber continuado con el apoyo a Balaídos, que dejó firmado el gobierno del PP», ahonda.
Por este motivo, la popular ha calificado el 2017 de «año en blanco» para Vigo por parte de la Diputación de Pontevedra ya que, como ha detallado, sólo han sido capaces de «firmar convenios para hacer obras que seguimos sin ver». Así, Elena Muñoz ha preguntado dónde está la humanización de la carretera provincial- «firmaron el convenio hace año y medio y aún no han empezado los trabajos»- o las obras de la carretera de Beade, «actuaciones comprometidas que son incapaces de ejecutar».
«Y además, tenemos una Diputación de Pontevedra más sectaria que nunca, que ha dejado de ser la casa de todos», ha continuado la popular. En este sentido, ha criticado que «una vez más se nos cierren las puertas para dar esta rueda de prensa», del mismo modo que ha denunciado que la sede viguesa se haya convertido en «una valla publicitaria al servicio del sectarismo político, como demuestra el cartel que está colgado en la fachada principal».
Una forma de actuar que, como recuerda, «no es nueva», como se pudo ver hace unos días en el texto de un curso de gallego que «roza la incitación al odio» y por el que «ni tan si quiera han sido capaces de pedir perdón. Es algo absolutamente impropio de una administración seria y responsable. Pero cuando alguien se equivoca de este modo, lo mínimo que puede hacer es ser valiente, dar la cara y pedir perdón», ha concluido.
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