12 marzo, 2025
Un grupo de inversores, respaldado por el fondo Autonomy Capital, ha emprendido una reforma sin precedentes en la Casa Llorens, un icónico edificio del Eixample barcelonés. Aunque oficialmente se anuncia la conversión del inmueble en pisos de lujo, fuentes del sector turístico señalan que la verdadera intención sería transformarlo en un hotel exclusivo si el Ayuntamiento flexibiliza la normativa vigente.
La rehabilitación de la Casa Llorens, cuyo coste supera los 15 millones de euros, avanza mientras se especula sobre una posible modificación del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT). Dicho plan, regulado por el Ayuntamiento, limita la apertura de nuevos hoteles en la ciudad. Sin embargo, el acuerdo entre el PSC y Junts podría permitir excepciones para establecimientos “singulares” que aporten valor a la oferta turística.
Con esta perspectiva, la constructora Certis está llevando a cabo una restauración que permitiría una futura conversión del edificio en hotel con mínimas modificaciones estructurales, facilitando la adecuación de los espacios en suites y habitaciones.
Detrás de este proyecto se encuentra el fondo de inversión Autonomy Capital, a través de su filial Monumental Estate Casa Llorens. La firma, liderada en España por David Ventoso, ha participado en diversas operaciones inmobiliarias en el país, incluyendo desarrollos en el distrito 22@ de Barcelona, la Gran Vía de Madrid y la adquisición de un barrio abandonado en Vigo.
Autonomy Capital fue fundada por Robert Gibbins, exdirector de Lehman Brothers, y agrupa a inversores del sector financiero que prefieren mantener un perfil discreto en sus operaciones.
Más allá de las especulaciones sobre su futuro uso, la reforma de la Casa Llorens ha sido ampliamente elogiada por expertos en arquitectura y rehabilitación. El edificio, que llevaba dos décadas en estado de abandono, está recuperando su esplendor gracias a un meticuloso trabajo de restauración.
Entre las intervenciones más destacadas se encuentra la reconstrucción de los torreones originales, desaparecidos con el tiempo, así como la restauración de elementos ornamentales de la fachada. Estas mejoras han sido aprobadas por el Ayuntamiento de Barcelona, que otorgó luz verde al proyecto en 2021, durante el mandato de Ada Colau, valorando su contribución a la conservación del patrimonio arquitectónico de la ciudad.
Por ahora, la Casa Llorens se encamina a convertirse en un conjunto de viviendas de lujo. Sin embargo, todo apunta a que su destino final dependerá de la evolución de la normativa hotelera en Barcelona y de los movimientos estratégicos de sus propietarios.
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