26 septiembre, 2023
La costa atlántica se enfrenta a un misterio natural sin precedentes, la rápida disminución del 80% en la población de gaviotas patiamarillas, en las Islas Cíes entre 2006 y 2022. Mientras, la población de cormoranes se mantiene constante.
Este fenómeno desconcertante, esta despertando una gran preocupación en la comunidad científica ya que carece de una explicación clara.
Los datos de la Conselleria de Medio Ambiente, que gestiona el Parque, resultan brutales. La tasa de pérdida de población anual ha variado entre un 12,6% y un 6,8% en los diferentes sectores de seguimiento dentro del Parque. Es decir, que continúa avanzando la desaparición de estas aves sin que se haya avanzado en los motivos.
En concreto, destacan que se han constatado episodios de mortalidad de patiamarillas con signos de parálisis y diarrea de etiología desconocida. El cuadro observado se ha denominado síndrome parético por no tener un origen bien definido. Este síndrome parético es una afección neurológica que afecta a estas aves marinas, pero su origen aún es un enigma.
Las posibles causas de este síndrome podrían incluir el botulismo, las toxinas paralíticas de algas, la deficiencia de tiamina y algunas enfermedades víricas, según apuntan en la Consellería.
Por otra parte, existen otras posibles razones no relacionadas directamente con la mortalidad por el síndrome parético que pueden explicar la disminución de la población, como la reducción de ciertas presas, menos descartes de pesca, cierre de vertederos, así como los descastes de población, la depredación o la presencia de contaminantes en el medio. Varias de estas causas han estado relacionadas con disminuciones de poblaciones de gaviotas a escala de colonia o de forma más generalizada.
A pesar de la incertidumbre, un rayo de esperanza se encuentra en el hecho de que aproximadamente la mitad de las gaviotas afectadas se recuperan del síndrome parético con una pauta de rehidratación y alimentación, sin necesidad de tratamientos farmacológicos.
Este misterio ambiental ha llevado a un llamado de acción a nivel europeo, con la Xunta solicitando la aplicación de la Convención OSPAR para la protección del medio ambiente marino del Atlántico del Nordeste. Mientras tanto, expertos trabajan incansablemente para desvelar el enigma de la desaparición de estas icónicas aves marinas y proteger el equilibrio de la naturaleza en la región.
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