Grupo de trabajo
14 abril, 2025
La confianza empresarial en Galicia ha descendido un 2 % en el segundo trimestre de 2025 respecto al trimestre anterior, según los datos publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este retroceso sitúa a la comunidad entre las regiones con mayor pérdida de optimismo empresarial, junto con la Comunidad de Madrid y la Región de Murcia.
El dato contrasta con el leve incremento del 0,1 % registrado a nivel nacional, que supone el segundo trimestre consecutivo de mejora para el conjunto del Estado, pese a la incertidumbre generada por el anuncio de nuevos aranceles por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
A nivel general, el 22,8 % de los empresarios españoles considera que la evolución de su negocio será favorable en el segundo trimestre, mientras que el 11,6 % la percibe como desfavorable. En cuanto al empleo, un 12,9 % prevé incrementos en la contratación, frente a un 7,8 % que espera reducciones. Además, el 15,6 % de los empresarios planea subir los precios, frente a un 4,3 % que anticipa bajadas.
Por sectores, el mayor aumento de la confianza se produjo en transporte y hostelería, con un avance del 1,6 %, mientras que el único descenso se registró en el ámbito de otros servicios, con una caída del 1,1 %. Las pequeñas empresas, con menos de diez empleados, fueron las más optimistas, mejorando su confianza en un 0,7 %, mientras que las grandes, con más de 1.000 asalariados, redujeron su confianza un 1,4 %.
En el caso gallego, el retroceso refleja una preocupación por el contexto económico global y por la evolución de la demanda interna, especialmente en sectores como la industria y los servicios. El dato se suma a otras señales de moderación económica que afectan a las regiones con menor peso turístico o industrial en comparación con las principales capitales y destinos vacacionales del país.
La caída de la confianza empresarial en Galicia plantea un reto para la recuperación económica de la comunidad, que deberá afrontar el segundo semestre del año con un clima empresarial más prudente y con una posible ralentización de la inversión y del empleo.
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