24 marzo, 2025
Los huevos, ese alimento básico presente en la mayoría de las cocinas, se han convertido en un producto casi de lujo. La subida constante de precios no ha pasado desapercibida para las familias españolas, que cada vez encuentran menos oferta y tarifas más elevadas en los supermercados. Pero ¿qué está ocurriendo realmente?
Todo comenzó con la expansión de la gripe aviar en distintos puntos de Europa. Miles de aves sacrificadas, granjas cerradas y una caída significativa en la producción. España, aunque menos afectada directamente, no ha podido escapar al impacto global. La menor oferta en el continente ha empujado los precios al alza, afectando tanto a productores como a consumidores.
Sin embargo, la gripe aviar no es la única responsable. Las exportaciones masivas hacia Estados Unidos, donde la administración de Donald Trump impuso aranceles a otras fuentes de suministro y ha buscado alternativas en Europa, han terminado por descompensar el mercado. El gigante norteamericano está comprando grandes cantidades de huevos europeos, pagando precios altos y dejando desabastecidos a países como España.
Todo esto se traduce en estanterías vacías y precios que, según datos recientes del sector avícola, han subido más de un 30% en menos de un año. Las familias se ven obligadas a reducir su consumo o buscar alternativas más baratas, mientras las panaderías y la industria alimentaria lidian con costes cada vez más elevados que podrían terminar trasladando a sus productos.
Desde las asociaciones de productores españoles advierten que la situación podría empeorar si no se regulan las exportaciones o si la gripe aviar sigue afectando al continente. El Gobierno, por su parte, estudia medidas para evitar la especulación y proteger el mercado interno.
Por ahora, el huevo sigue subiendo y la incertidumbre crece. Una crisis silenciosa que afecta a uno de los alimentos más esenciales y que, de no resolverse, podría continuar impactando en el bolsillo de todos.
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