Inicio de curso político en Galicia entre polémicas

“El inicio de las sesiones parlamentarias estará marcado por la petición de explicaciones sobre los recursos públicos

La vuelta al cole comienza también para los partidos polítigos gallegos. PP, BNG y PSdeG ya están finalizando los deberes para el retorno a las sesiones parlamentarias que vuelven en septiembre. Este curso comenzarán con un ambiente cargado de polémicas como la financiación autonómica o las explicaciones que la oposición exige a la Xunta sobre la contratación pública de empresas «amigas».

Uno de los temas a hablar serán los contratos adjudicados a la firma Eulen, cuya directiva en la comunidad es la hermana del expresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo; además, el hospital de Vigo, Álvaro Cunqueiro, sigue siendo una incógnita sin resolver a la que se le darán muchas vueltas para explicar un sobrecoste de 470 millones de euros en su construcción.

Y a pesar de estar en Galicia el partido se centrará también en su trabajo como oposición al Gobierno central, sobre todo en el ámbito de la financiación autonómica, en el que exigirán al presidente Pedro Sánchez que «garantice las condiciones de igualdad y no se ría de los gallegos».

Tras haber sido elegido por primera vez por los gallegos, Alfonso Rueda tendrá que consolidar su liderazgo y, según fuentes del PPdeG, se busca que Galicia sea «Un lugar estable y de futuro, donde los extremistos como los del BNG no tiene cabida». Sin embargo, el Bloque se esforzará en buscar explicaciones a todas estas dudas sin resolver a pesar de que ya han obtenido varias peticiones de comparecencia  rechazadas.

El partido liderado por Ana Pontón también continuará con sus iniciativas en defensa de los servicios públicos, sobre todo la sanidad y la educación, en este inicio del curso escolar; y mantendrá la batalla contra el proyecto de Altri para instalar una macrocelulosa en Palas de Rei.

Por su parte, el PSdeG desarrollará los principales movimientos internos para marcar su estrategia de acción de futuro. Las acciones más inmediatas estarán dirigidas a seguir defendiendo la sanidad pública y denunciar el «desmantelamiento» de este servicio por parte del PP. Para así buscar cierta visibilidad en el campo de interrogantes que ofrece la Xunta con la gestión de los recursos públicos, por lo que trabajarán para «sacar a la luz las irregularidades».