
María Tato, ex directora candidatura mundial 2030
26 marzo, 2025
El cese de María Tato por la RFEF en medio de la polémica sobre las sedes del Mundial 2030
María Tato, quien hasta la fecha era la máxima responsable de la candidatura para organizar el Mundial de fútbol masculino de 2030 en España, Portugal y Marruecos, ha sido cesada de sus funciones por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Su destitución llega en medio de la controversia generada tras la publicación de informaciones sobre un posible amaño en las puntuaciones para determinar las sedes del torneo, que dejó a Vigo fuera de la lista inicial de estadios seleccionados.
La decisión se produce tras la entrega del informe técnico del Comité Ejecutivo de la candidatura, presentado por Tato, en el que se detallaban los criterios y baremos aplicados en la elección de los estadios propuestos a la FIFA. En dicho informe, se evidenció que Cornellá-El Prat (Barcelona) y Anoeta (San Sebastián) recibieron una puntuación de 20 puntos en lugar de los 15 inicialmente asignados. Según la versión de Tato, este cambio se debió a un error en la interpretación de los criterios, dado que ambos recintos requerían solo una adaptación al evento y no una intervención mayor.
El escándalo se agravó después de que el diario El Mundo publicara informaciones que apuntaban a una posible manipulación de las puntuaciones, generando dudas sobre la transparencia del proceso. Aunque el informe presentado por Tato fue evaluado por el órgano de Cumplimiento de la RFEF, sin encontrar indicios de amaño, su destitución se hizo efectiva poco después de la entrega del documento.
La Federación ha enfatizado que la puntuación de los estadios fue una decisión colegiada entre los miembros del Comité Ejecutivo del Mundial: María Tato, Fernando Sanz y Jorge Mowinckel. Sin embargo, tanto Sanz como Mowinckel abandonaron el proyecto tras la llegada de Rafael Louzán a la presidencia de la RFEF el pasado 16 de diciembre. Con su salida, Tato permaneció en el cargo hasta su reciente cese, que desde la Federación se ha justificado como una medida necesaria para impulsar una «nueva etapa» en la organización del torneo.
El secretario general de la RFEF, Álvaro de Miguel, aseguró en rueda de prensa que el proceso de selección de las sedes había cumplido con los filtros de la FIFA y que no existían razones para dudar del informe técnico. No obstante, también reconoció que la Federación tuvo dificultades para acceder a información completa y en tiempo oportuno sobre las decisiones tomadas en la candidatura.
Uno de los aspectos más controvertidos del proceso ha sido la exclusión de Vigo del listado inicial de sedes, especialmente después de que en un informe previo la ciudad apareciera como aprobada. La Federación ha asegurado que la puntuación de Vigo «nunca llegó a tocarse», pero se justificó su exclusión por una «puntuación muy baja en financiación», ya que, según el informe, el Ayuntamiento no garantizaba la inversión necesaria, algo que ha sido desmentido por el alcalde de la ciudad, Abel Caballero.
A pesar de la polémica, desde la RFEF han insistido en que la lista de sedes no es definitiva y que se «peleará» por incluir tanto a Vigo como a Valencia, lo que abre la puerta a futuras modificaciones en la selección de estadios.
El cese de María Tato marca un nuevo episodio en la convulsa situación institucional de la RFEF, que busca reestructurar su dirección tras varias controversias. La organización del Mundial 2030 sigue en marcha, pero este episodio ha dejado en evidencia la necesidad de una mayor transparencia en los procesos de selección de sedes y la importancia de garantizar que las decisiones sean tomadas de manera justa y objetiva.
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