14 febrero, 2018
La Xunta de Galicia llamó hoy a los ayuntamientos de Pontevedra y de Poio a ponerse de acuerdo sobre la reordenación del tráfico en la Ponte da Barca como requisito para ampliar las aceras con plena seguridad para los peatones.
La conselleira de Infraestructuras e Vivenda, Ethel Vázquez, les remitió hoy a los alcaldes de ambos municipios los planos de los estudios técnicos realizados por el Gobierno gallego en el último año, que acreditan que la ampliación de las aceras de la Ponte de la Barca está supeditada a establecer la circulación en un sentido a través de un único carril.
En el escrito que acompaña los planos, la conselleira apela al «criterio determinante» de los técnicos en materia de seguridad viaria. Según estos, explica, la ampliación de las aceras manteniendo el doble sentido de circulación no es posible.
A Ponte da Barca carece de arcenes, y la barrera de seguridad que separa la acera actual está justo en el borde del carril. En esas condiciones, estrechar los carriles de circulación para ampliar las aceras produciría situaciones de riesgo para peatones y vehículos, especialmente en el caso de cruce entre, por ejemplo, un camión y un autobús.
Además, los técnicos señalan que ampliar las aceras manteniendo el actual doble sentido obligaría a adaptar la calzada a la noticia normativa en materia de sistemas de contención, es decir, a instalar una barrera de seguridad mucho más ancha que la actual y, por lo tanto, con una mayor ocupación de la calzada que impediría ganar espacio para los peatones.
La conselleira de Infraestructuras indica en su carta que el diseño de marquesina elegido en el marco de las obras necesarias de reparación de la Ponte da Barca prevé su fácil ampliación en caso de que se modifique la ordenación del tráfico para limitar este a un único sentido (se juntan planos).
Teniendo en cuenta esto, Ethel Vázquez reitera que si los ayuntamientos de Pontevedra y Poio coinciden en la apuesta por la modificación de la configuración del tráfico en el Puente, deberán trasladarle a la Xunta un acuerdo claro y explícito al respeto. De esa forma sería posible abordar la modificación de la sección del puente a un único carril con sentido único de circulación, haciendo viable la ampliación de aceras y de la cubierta proyectada de forma compatible con la seguridad de los viandantes.
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