Las patrulleras ‘made in Vigo’ de la Guardia Civil demuestran su potencia en una gran operación antidroga en Chipiona

Las nuevas interceptoras HS60, construidas por el astillero vigués Aister, alcanzan más de 60 nudos y se consolidan como la gran baza tecnológica contra el narcotráfico en el Estrecho.

La escena parecía sacada de una película de acción: motores rugiendo a toda potencia, un helicóptero sobrevolando el mar y una lancha cargada con fardos de hachís intentando escapar a toda velocidad frente a las costas de Chipiona (Cádiz). Pero era real. Y quienes protagonizaban la persecución eran agentes de la Guardia Civil al mando de las nuevas patrulleras HS60, diseñadas y construidas por el astillero vigués Aister, auténticas joyas de la ingeniería naval española.

El resultado: una narcolancha de 14 metros de eslora y cuatro motores de 350 caballos interceptada con 1.700 kilos de hachís a bordo y cuatro tripulantes detenidos.
El vídeo difundido por la Guardia Civil en sus redes sociales muestra el momento del cerco al ritmo de Welcome to the Jungle, de Guns N’ Roses, una declaración de intenciones de lo que estas nuevas patrulleras pueden hacer.

Tecnología gallega al servicio de la seguridad

La HS60, construida íntegramente en aluminio en las instalaciones de Aister en Moaña, fue diseñada desde cero como una interceptora de nueva generación para el Servicio Marítimo de la Guardia Civil. En las pruebas realizadas en la ría de Vigo, la embarcación superó con creces las expectativas: más de 60 nudos de velocidad punta, equivalentes a 111 kilómetros por hora, con una maniobrabilidad y respuesta sobresalientes.

Con 18 metros de eslora y 4,5 de manga, la patrullera está equipada con dos motores intraborda de 1.800 CV cada uno, que impulsan waterjets de alta eficiencia. El diseño, completamente innovador, combina velocidad, seguridad y confort, con un puesto de mando interior y otro exterior con visibilidad total de 360 grados.

Además, el interior está concebido para operaciones prolongadas: cuatro tripulantes disponen de asientos ergonómicos antishock, camarotes, y zona de cocina, todo ello con aislamiento térmico y acústico de alta gama.

Una aliada clave en la lucha contra el narcotráfico

La operación de Chipiona es el mejor ejemplo de la eficacia del nuevo modelo. El Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) detectó una embarcación sospechosa que se dirigía a la costa gaditana. Dos patrulleras HS60 y un helicóptero iniciaron el seguimiento coordinado.
A pesar del apoyo de otras dos lanchas rápidas que intentaron obstaculizar la acción policial, las unidades de la Guardia Civil consiguieron interceptar y abordar la narcolancha, asegurando el cargamento y deteniendo a los sospechosos.

El éxito de la intervención consolida a la HS60 como un referente mundial en el segmento de las interceptoras de aluminio de alta velocidad. “La velocidad punta y la maniobrabilidad son sus grandes bazas”, destacan desde Aister, que ya trabaja en la ampliación de la flota para reforzar las operaciones en el Estrecho de Gibraltar, uno de los puntos más calientes del narcotráfico en Europa.

Orgullo industrial en la ría de Vigo

Con esta patrullera, el naval gallego vuelve a demostrar su capacidad para competir a nivel internacional en innovación, diseño e ingeniería naval avanzada. El éxito de la HS60 es también un espaldarazo al tejido industrial de la ría de Vigo, que sigue consolidándose como uno de los polos tecnológicos del sector en el sur de Europa.

“Estas embarcaciones son un ejemplo del talento y la capacidad de la industria naval gallega para responder a los retos actuales en seguridad marítima”, señalan fuentes del sector.
Y lo cierto es que pocas cartas de presentación son tan elocuentes como una persecución real ganada en alta mar.