Los internos del Trastevere evocan el sacrificio del Papa Francisco, quien les dedicó sus últimas horas

Los presos recuerdan al Papa Francisco como «uno de los nuestros» tras su visita días antes de su fallecimiento

El Papa Francisco, quien falleció tres días después de su emotiva visita a la cárcel del Trastevere, dejó una huella profunda en los internos con los que se reunió durante el Jueves Santo. En lo que fue uno de sus últimos actos públicos, dedicó tiempo a compartir su cercanía y esperanza con los reclusos, quienes ahora evocan su sacrificio y las palabras que les dedicó.

Un gesto que marcó a los internos del Trastevere

Los presos, muchos de ellos con un largo historial de condenas, compartieron sus sentimientos sobre la presencia del Papa. «Era uno de los nuestros», dijeron algunos de ellos al recordar el gesto de cercanía y humanidad del Papa Francisco, quien, a pesar de su salud delicada, eligió pasar sus últimas horas en contacto con aquellos a quienes la sociedad ha dejado de lado.

La visita: un momento de esperanza y reflexión

La visita del Papa Francisco al centro penitenciario del Trastevere fue un momento lleno de emoción y reflexión. En sus palabras, les transmitió un mensaje de esperanza, redención y la importancia del perdón, destacando que nadie está irremediablemente perdido y que todos tienen la capacidad de cambiar. Este mensaje caló hondo en los internos, que lo recordarán por siempre como un acto de compasión.

Un sacrificio que no pasó desapercibido

Los internos de la cárcel del Trastevere sostienen que, en sus últimos días, el Papa Francisco les ofreció un acto de sacrificio que demuestra su vocación por servir a los más necesitados. Su presencia allí, en un momento tan delicado de su vida, les dio fuerzas y les recordó que la humanidad es capaz de actos de bondad, incluso en los momentos más oscuros.

La huella del Papa Francisco en la memoria de los internos

Para los reclusos del Trastevere, la visita del Papa no fue solo un gesto simbólico. Fue un recordatorio de que la misericordia y la comprensión no tienen fronteras, y que incluso aquellos en situaciones extremas merecen ser escuchados y apoyados. «Lo vamos a recordar siempre», comentaron varios internos, emocionados por la oportunidad de haber compartido ese instante con una figura tan trascendental.