15 diciembre, 2024
Una multitudinaria marcha ha recorrido este mediodía las calles de Santiago de Compostela en señal de protesta contra la instalación de una macroplanta de celulosa en Palas de Rei (Lugo). Este proyecto, liderado por Greenfiber, filial de la portuguesa Altri y la gallega Greenalia, ha desatado un profundo rechazo entre diferentes sectores de la sociedad gallega.
La manifestación, que comenzó en la alameda compostelana, estuvo encabezada por la Plataforma Ulloa Viva y la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA). Sus representantes, Marta Gontá y Xaquín Rubido, expresaron su firme oposición al modelo industrial promovido por la Xunta, al que acusan de poner en peligro los recursos naturales de Galicia.
“Somos vecinos y vecinas que mandamos un mensaje a Altri, a Greenalia y a la Xunta: nuestras hijas van a heredar una ría productiva, una tierra fértil y aire y agua limpios. Y no es negociable”, declaró Gontá. Además, subrayó que el proyecto no traerá beneficios para la comunidad local y concluyó con un contundente “Nuestras hijas tendrán un futuro y no pasa por la instalación de Altri”.
Por su parte, Rubido destacó que “la Xunta carece de legitimidad para imponer este modelo productivo” y alertó sobre las consecuencias para miles de familias del sector agroganadero, el mundo del mar y el turismo, sectores que, según él, se verán gravemente afectados por esta iniciativa.
En referencia al movimiento ciudadano Nunca Máis, surgido tras el desastre del Prestige hace dos décadas, Rubido opinó que esta movilización podría compararse en magnitud y relevancia: “La manifestación de hoy marcará un antes y un después”, afirmó.
Bajo el lema “A Xunta non pode calar todo un país. Altri Non” (“La Xunta no puede callar a todo un país. Altri No”), la protesta contó con el respaldo de partidos políticos de la oposición, sindicatos, organizaciones sociales y colectivos ecologistas. Entre los asistentes destacaron figuras como Ana Pontón, portavoz nacional del BNG, y el histórico dirigente Xosé Manuel Beiras.
Pontón calificó la manifestación como una “marea de dignidad” que envía un claro mensaje al Gobierno autonómico: “No queremos en el corazón rural del país una macrocelulosa contaminante que pone en riesgo el modo de vida, ocho mil puestos de trabajo y significa una hipoteca para el futuro”. Además, acusó al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, de actuar como “comercial de una multinacional”.
Por su parte, Beiras, cercano a los 90 años, destacó la importancia de la movilización ciudadana: “Son los ciudadanos quienes tienen que rebelarse y defender el país frente a los poderes políticos y económicos que lo quieren destruir”.
En el transcurso de la marcha, que culminó en la plaza del Obradoiro, se pudieron escuchar consignas como “Altri No”, “El agua es nuestra y no de celulosa” o “Rueda, recula, el agua no es tuya”. También se exhibieron pancartas con mensajes como “Si es tan buena que la lleven a Moncloa” o “…a Lisboa”, en alusión al rechazo que este tipo de proyectos genera también en Portugal.
El PSdeG también se sumó a la protesta con la presencia de su viceportavoz parlamentaria, Lara Méndez, quien aseguró que el proyecto presentado como “estratégico” por el PP en el Parlamento “nada tiene que ver con lo que se ha ido conociendo”. Asimismo, Sumar estuvo representado por su coordinador Paulo Carlos López y el economista Manuel Lago.
Tras más de hora y media de recorrido, los manifestantes continuaban saliendo de la alameda en dirección al Obradoiro, donde se leyó un manifiesto que puso fin a esta jornada histórica de reivindicación ciudadana.
Alerta