10 enero, 2025
En medio de un clima de alta tensión política, Venezuela afronta uno de los días más inciertos de su historia reciente con la anunciada toma de posesión presidencial de Edmundo González Urrutia, líder opositor que busca asumir el cargo tras las controvertidas elecciones del pasado 28 de julio. Mientras Nicolás Maduro reivindica su victoria con un 51,2% de los votos, González Urrutia, que obtuvo el 44%, denuncia fraude electoral y se dispone a desafiar una orden de detención que pesa sobre él desde septiembre.
El líder opositor, exiliado en España, ha prometido regresar a Caracas para asistir a la ceremonia, prevista para las 17:00 (hora española). “Nos veremos todos muy pronto en Caracas”, afirmó recientemente, generando expectación sobre su llegada al país. Por su parte, Maduro ha denunciado un supuesto intento de golpe de Estado por parte de la oposición y ha movilizado a sus partidarios en actos multitudinarios para reforzar su posición.
El clima de incertidumbre se vio agravado el jueves por la detención de María Corina Machado, líder opositora y figura clave del movimiento contra Maduro. Machado reapareció públicamente tras 133 días en la clandestinidad durante una manifestación en Caracas. Al término del acto, fue interceptada mientras se trasladaba en moto. Según su equipo, hombres armados y encapuchados la retuvieron por la fuerza, detonaron armas de fuego y la obligaron a grabar varios vídeos antes de liberarla.
Horas después, el chavismo difundió un vídeo en el que Machado afirmaba estar “bien, segura y a salvo”, aunque ni ella ni su partido han confirmado su autenticidad. En un mensaje publicado en sus redes sociales durante la madrugada, Machado aseguró: “Estoy en un lugar seguro y con más determinación que nunca”. Además, denunció que durante su detención un ciudadano resultó herido de bala.
Las manifestaciones en Caracas se han caracterizado por enfrentamientos entre opositores, fuerzas policiales y grupos armados prochavistas, en lo que la oposición califica como la mayor escalada de violencia en la historia reciente del país. Desde el exterior, España ha expresado su condena por la detención de Machado y ha reafirmado su defensa de la libertad de expresión de los opositores. Asimismo, ha anunciado que no enviará representantes a la toma de posesión de Maduro.
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