
27 marzo, 2025
La izquierda abertzale desafía al Estado con la proclamación simbólica de una «república vasca»
Un centenar de ayuntamientos se suman a la iniciativa impulsada por Bildu en un movimiento que aviva el debate político
La izquierda abertzale ha dado un nuevo paso en su estrategia política con la votación simbólica en 101 ayuntamientos vascos para autoproclamarse «república vasca». La iniciativa, impulsada por EH Bildu, ha generado una ola de reacciones entre los partidos políticos, reavivando el debate sobre el independentismo en el País Vasco.
La propuesta ha sido aprobada en numerosos consistorios donde Bildu tiene presencia mayoritaria, lo que ha permitido que la izquierda abertzale avance en su reivindicación soberanista. Sin embargo, desde otras formaciones políticas, como el Partido Popular y el PSOE, han calificado el acto como «un desafío al orden constitucional» y «una provocación innecesaria» en un momento de estabilidad institucional.
El concejal del PP en Durango ha sido especialmente crítico, asegurando que esta acción responde a una «revancha política» y advirtiendo de los peligros que supone «avivar el fanatismo independentista» en el actual contexto político.
Desde Moncloa han minimizado el impacto de la declaración, asegurando que «no tiene ningún tipo de validez jurídica» y que no afecta la estructura institucional de España. A pesar de ello, algunos analistas políticos señalan que la estrategia de Bildu busca mantener la reivindicación independentista viva en la agenda pública, especialmente de cara a futuras elecciones.
La votación llega en un momento clave para el independentismo vasco, que ha observado los recientes acontecimientos en Cataluña como un referente. El País Vasco sigue siendo una de las regiones con más autonomía dentro de España, pero el sector soberanista sigue presionando por mayores competencias y, en algunos casos, por la independencia total.
Este movimiento simboliza la persistencia de la izquierda abertzale en su lucha política, aunque su efecto real a corto plazo sea limitado. Lo que está claro es que el debate sobre la independencia del País Vasco sigue más vivo que nunca y continuará marcando la agenda política en los próximos meses.
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