4 enero, 2018
El Servicio Galego de Saúde -Sergas- mantiene activados los planes de contingencia en todas las Estructuras Organizativas de Gestión Integrada (EOXI) para atender el incremento de la demanda asistencial o aumento de la necesidad de ingreso hospitalario con motivo de la actividad gripal.
Estos planes de todos los hospitales han previsto las actuaciones necesarias y en este sentido el Sergas mantiene las plantillas de urgencias al 100%, y cubiertas todas las ausencias con contrataciones, además de refuerzos con personal facultativo, de enfermería y de celadores tanto en urgencias como nos servicios de hospitalización y 061.
Los datos de los sistemas de vigilancia del Servicio Gallego de Salud indican esta semana una actividad gripal en Galicia con una tasa de 163,4 casos por 100.000 habitantes, lo que supone un incremento del 75% con respecto a la semana pasada. Se prevé un aumento de la actividad gripal en las próximas semanas, cuando se podría conseguir el pico máximo de la ola epidémica, que ya está afectando a otras comunidades autónomas.
Recomendaciones y sintomatología
La gripe es una infección vírica muy contagiosa, causada por un virus por lo que los antibióticos no son eficaces en su tratamiento, que presenta síntomas como fiebre igual o mayor a 38º -sobre todo los dos primeros días-, tos, dolor de garganta, dolor de cabeza, dolor muscular, malestar general, congestión nasal, estornudos y, también, vómitos y diarrea.
Sanidad recomienda hacer un uso responsable de los servicios de urgencia de los hospitales, a los que se debe acudir ante la aparición de síntomas de gravedad. En este sentido, el Sergas aconseja valorar, en función de la sintomatología cuál es el servicio sanitario más adecuado de forma que se evitarán esperas innecesarias para recibir la atención sanitaria y se contribuirá a no saturar los recursos del sistema.
Cuando acudir a los servicios sanitarios
La gripe no tiene tratamiento específico por lo que la recomendación general es el reposo hasta pasar 24 horas sin fiebre y sin tomar medicamentos que la bajen, a no ser que su médico le haga otra recomendación. Hace falta estar atento por se se presenta algún síntoma sugestivo de gravedad como dificultad para respirar o dolor en el pecho, convulsiones, color púrpura o azul de los labios, vómitos o no poder retener los líquidos y tener signos de deshidratación (mareos al estar de pie o ausencia de micción). En el caso de los niños, los síntomas de gravedad que se deben vigilar son respiración rápida o dificultosa, color gris azulada de la piel, vómitos persistentes, dificultad para despertar o interactuar, o estar muy irritable.
Ante la aparición de cualquiera de estos síntomas hay que solicitar una consulta telefónica con su médico de cabecera o dirigirse al centro de salud correspondiente. En el caso de tratarse de una urgencia, fuera del horario del centro de salud, se puede recurrir al 061, donde será atendido por profesionales sanitarios, o al Punto de Atención Continuada (PAC) que tenga más cerca.
Prevención del contagio y difusión
Lavar las manos con frecuencia es la principal medida de higiene para la prevención pues las gotitas que se emiten al toser, estornudar o hablar pueden quedar en las manos, donde el virus puede sobrevivir unos minutos; tapar la boca y la nariz al toser o estornudar, o emplear pañuelos desechables son las principales medidas para evitar contagio y difusión.
El contagio se produce persona a persona, principalmente por los aires. Además, el virus se puede transmitir también indirectamente al tocar algo que esté contaminado con él y al llevar las manos a los ojos, la nariz o la boca.
El virus puede transmitirse desde un día antes de comenzar con los síntomas hasta siete días después, aunque este período puede ser más largo en algunas personas. En los niños el tiempo durante el que el virus puede contagiar puede ser más prolongado, incluso una vez desaparecidos los síntomas de la enfermedad, según señala el Sergas.
Alerta