Un padre acusado en Vigo de abusos sexuales a su hija menor de edad niega que la tocara

Un padre acusado en Vigo de haber abusado sexualmente de su hija menor de edad en agosto de 2020 ha negado este miércoles que la tocara.

En su declaración ante el tribunal de la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, el procesado, José Luis P.G., se ha defendido de los hechos por los que la Fiscalía le pide cinco años y cuatro meses de reclusión.

El Ministerio Público le atribuye un delito de abuso sexual a menor de carácter continuado, prevaliéndose de una relación de parentesco al ser ascendiente directo de la víctima.

La muchacha, que tenía 13 años en el momento de los hechos y ahora es mayor de edad, ha declarado a puerta cerrada a petición de la acusación particular.

El procesado ha asegurado que no tocó con ánimo libidinoso a su hija y ha relatado que esa noche del 4 al 5 de agosto de 2020 habían visto una película sus dos hijos y él y, al acabar, ellos se fueron a cama y él, posteriormente, se acercó a la habitación que los menores compartían porque tenía costumbre de ver si estaban tapados.

Según él, la niña estaba desarropada y él la tapó desde los pies de la cama, y no volvió al cuarto hasta la mañana siguiente, cuando comprobó de nuevo si estaban bien y les preparó el desayuno antes de irse al trabajo.

Ese día devolvió a los niños a la madre, de la que estaba en proceso de divorcio, y el siguiente, el 6 de agosto, le comunicaron que había sido denunciado, sin que la niña le comentase, previamente, nada al respecto.

A preguntas de su abogado, ha afirmado que el contenido de la denuncia era «calcado» al que la madre había interpuesto unos meses antes, en mayo de 2020, cuando todavía vivían juntos, por «tocamientos y maltrato psicológico».

Por esa denuncia previa de la madre, él había sido detenido y se decretó una orden de alejamiento respecto a la mujer hasta que finalmente se dictó un auto de sobreseimiento, según ha indicado en el transcurso de la declaración.

A la progenitora la acusó de «coaccionar a los niños» ya antes de esa denuncia, en abril de 2020, para que le ayudaran a hacer la maleta e irse de casa, a lo que los menores, según su versión, no accedieron. Ella, como represalia, le dijo que ya le «pondrían» en su sitio.

El padre ha contado que lleva tres años en tratamiento por una depresión severa y con conducta autolítica.

Desde la denuncia, que no sabe «por qué la puso», nunca ha vuelto a ver a su hija ni a hablar con ella.

Aunque ha señalado que se llevaban «muy bien» y ha considerado que la muchacha era «estudiosa y aplicada», también ha mantenido que era «mentirosa».

Así, ha relatado una llamada a la madre el 2 de agosto de 2020 en la que la niña le contó una mentira sobre lo que habían hecho aquel día, y un par de incidentes en el colegio: una presunta denuncia falsa por acoso escolar y un conflicto con otra niña por supuestos menosprecios hacia su hermano.

El tribunal aceptó, a petición de la defensa y sujeto a valoración, un vídeo subido a una red social por la prima de la víctima en la que se le veía a esta bailando días después de los hechos que se juzgan, una prueba que la Fiscalía y la acusación pidieron que fuese rechazada.