Los concejales del grupo municipal del PP, Alfonso Marnotes, Jesús Marco González, Teresa Egerique y Patricia López Román, quisieron conmemorar el 75 aniversario de la apertura de la Gran Vía, inaugurada el 24 de agosto de 1945. Acompañados de vecinos de la zona, los concejales lamentaron el esperpento de la cubierta de las rampas y afirmaron que confían en que los vigueses recuperen esta avenida manteniendo las rampas cuando Caballero deje de ser alcalde.
El portavoz popular, Alfonso Marnotes, explicó que la Gran Vía se diseñó y se construyó tal y como la conocemos ahora, con aceras arboladas, con dos calzadas y un bulevar central también arbolado y con bancos de piedra. «Vigo quería una Gran Vía como la que tenía Madrid, Barcelona o Bilbao. Era el esfuerzo de una ciudad que empezó la Gran Vía en 1938 en plena Guerra Civil pero que tuvo la ambición y la visión de un Vigo que durase generaciones. Así que hicieron uno de los bulevares más grandes y más hermosos de España: la Gran Vía de Vigo es dos veces y media la de Madrid y una vez y media más ancha. Ahí hubo visión: tres kilómetros y medio de largo y 36 metros de ancho. Y un rasgo distintivo: ni la gran Vía de Madrid, ni la de Barcelona, ni la de Bilbao tenían un bulevar central».
Alfonso Marnotes aseguró que «hoy, 75 años después, un alcalde que se cree un mesías que viene a redimirnos, un salvador que se cree que la ciudad es fea y está mal hecha y quiere hacérnoslo creer a nosotros también, ha arrasado con un tramo completo y pretende hacer lo mismo con toda la Gran Vía. Usa como excusa algo a lo que nadie se opone y nosotros tampoco: rampas para mejorar la movilidad».
El PP lamenta que, además de talar todos los árboles y arrasar con todos los jardines, se coloquen aceras de hormigón y no de piedra, se quiten farolas de forja y se pongan báculos de luz más propios de un polígono industrial que de una avenida singular y se construya «un armatoste, un adefesio de colores», en donde antes había un bulevar. «La Gran Vía no se merece esto. Se merecía una obra emblemática pero respetuosa, que recuperase los valores estéticos y ciudadanos con los que fue construida. Vigo no se merece esto. Vigo no merece un alcalde convencido de que la única manera de mejorar la ciudad es tirarla abajo para hacerla de nuevo y que no quiera dejar otra memoria que la suya. Vigo tiene memoria, los vigueses tenemos memoria y queremos que se conserve y que se mejore la ciudad. Hace 75 años los vigueses hicieron una obra que duró generaciones. Abel Caballero ha hecho un esperpento que durará lo que dure él en el gobierno. No nos cabe ninguna duda que en cuanto deje la alcaldía los vigueses recuperaremos nuestra Gran Vía, sanaremos esta mutilación y mantendremos las rampas», concluyó Alfonso Marnotes.